Contar con un modelo de medición nos permite proporcionar un seguimiento más completo y preciso del impacto de las políticas y estrategias de competitividad. Y, en base a evidencias, generar y ampliar las oportunidades o áreas de mejora para la competitividad provincial en articulación público-privada.
Este modelo se centra en identificar las cuestiones estructurales y los factores dinámicos que están vinculados con las variables que influyen en la competitividad provincial. La integración de los elementos del contexto estructural, como la geodemografía, con variables económicas y empresariales y con las palancas dinámicas de la competitividad (capital natural, físico, humano y social), busca alcanzar una comprensión integral de los determinantes del bienestar.
Tiene su componente innovador al incorporar mediciones específicas relacionadas con las dimensiones del bienestar de la población, en las que, a través de un enfoque multidimensional, se abordan aspectos de su salud, empleo, educación y de su percepción personal, como la satisfacción con la vida.